El Concejo Deliberante de Posadas realizó este jueves su última sesión del año legislativo 2025 y dejó aprobadas dos medidas que venían discutiéndose desde hacía meses: la suba de tarifas del servicio de taxis y la creación de un marco regulatorio para el transporte a través de aplicaciones móviles. Ambas iniciativas apuntan a ordenar un escenario que cambió de manera acelerada en la ciudad y que requería definiciones formales.
En el caso del taxi, los ediles avalaron un nuevo cuadro tarifario solicitado por el sector ante el aumento constante de los gastos de operación. Con la ordenanza sancionada, la bajada de bandera pasa a costar 1.300 pesos y la ficha queda fijada en 120 pesos cada cien metros. Con esto, el municipio busca actualizar una estructura que se había vuelto difícil de sostener para los trabajadores del rubro.
El segundo punto central del debate fue la regulación de los servicios de transporte que funcionan mediante aplicaciones como Uber o Didi. Hasta ahora, estas plataformas operaban sin una normativa municipal específica y su incorporación a la vida cotidiana de la ciudad generaba tensiones con el sistema tradicional. La ordenanza define a este tipo de transporte como un servicio basado en tecnología móvil y sistemas de geolocalización que conectan a usuarios con conductores registrados, y establece un mecanismo de inscripción obligatorio ante la autoridad local.
Para formar parte del registro, los choferes deberán presentar documentación que acredite su aptitud para la actividad y la del vehículo. Entre los requisitos se incluye contar con una licencia de conducir categoría D-1 emitida por la Municipalidad, tener certificado de antecedentes penales actualizado y poseer un automóvil con menos de seis años de antigüedad, radicado en Posadas y con el impuesto automotor al día. También deben presentar el libre deuda del Tribunal Municipal de Faltas y una Verificación Técnica Vehicular apta para transporte.
Con estos parámetros, la ciudad busca integrar esta modalidad a su esquema de movilidad estableciendo reglas claras de operación, criterios de seguridad para pasajeros y choferes, y condiciones que permitan la convivencia con el servicio tradicional. Tras la aprobación, la ordenanza fue enviada al Ejecutivo municipal, que deberá promulgarla y definir los plazos y procedimientos para su puesta en marcha.
De esta manera, Posadas cierra su año legislativo con decisiones que impactarán de manera directa en la organización del transporte urbano en un momento de fuerte transformación en los hábitos de movilidad y en la dinámica tecnológica del sector.