El Gobierno de Corrientes anunció este viernes el pago de un bono navideño de 500 mil pesos para los trabajadores activos y pasivos de la provincia, que se abonará en tres tramos: $100.000 en diciembre, $200.000 en enero y otros $200.000 en febrero. De esta manera, la administración de Juan Pablo Valdés repite el mismo esquema extraordinario implementado en 2024 por su hermano (ex mandatario), que alcanzó a toda la administración pública.
La medida tuvo un fuerte impacto regional, no solo por el monto sino por la señal política que implica en un contexto económico adverso. En contraste, en Misiones no hubo anuncios de bonos ni pagos adicionales, y las expectativas de los empleados estatales comienzan a diluirse hacia fin de año.
Desde hace varios años, la provincia no otorga bonos de fin de año, y el discurso oficial ha estado centrado en el “orden fiscal” y la administración responsable de los recursos. Esta semana, el ministro de Hacienda, Adolfo Safrán, reiteró que Misiones “no gasta más de lo que recauda” y “no se endeuda para pagar sueldos ni gastos corrientes”.
El funcionario explicó que, debido al ajuste nacional y la caída de la recaudación, el medio aguinaldo de diciembre para los funcionarios jerárquicos se abonará en enero, aunque los trabajadores públicos activos y pasivos percibirán el aguinaldo completo el 20 de diciembre.
“Ha sido un año muy difícil para todos: familias, empresas y también para el Estado provincial”, expresó Safrán, al tiempo que descartó que exista una crisis de sueldos o cesación de pagos. “La provincia sigue cumpliendo con sus compromisos”, aseguró.
Sin embargo, el contraste con lo sucedido en Corrientes reavivó las comparaciones entre las provincias del NEA. Mientras en la vecina administración radical se habla de un “reconocimiento al esfuerzo del empleado público”, en Misiones el discurso oficial enfatiza la austeridad y el equilibrio fiscal como pilares de gestión.
Fuentes locales señalaron que, aunque la inflación continúa deteriorando el poder adquisitivo, “el Gobierno provincial no mostró señales de un bono compensatorio ni tampoco de una recomposición salarial extraordinaria”.
El último pago extraordinario a los estatales misioneros se remonta a varios años atrás, y desde entonces las mejoras salariales se aplican por tramos en las paritarias sectoriales.
En este contexto, el pago escalonado del aguinaldo a los jerárquicos y la ausencia de un anuncio similar al de Corrientes son interpretados como signos de tensión en las finanzas provinciales.
A diferencia de su par correntino, el gobernador Hugo Passalacqua no hizo aún declaraciones públicas sobre un posible bono, y desde Hacienda se insiste en que la prioridad será sostener los sueldos y los servicios esenciales durante el primer trimestre de 2026.