“Nos toca enfrentar la peor sequía de la historia argentina. Cuando uno mira los registros, encuentra los últimos registros en 1922 y no encuentra desde el punto de vista del impacto climático y productivo comparativos que nos puedan mostrar situaciones similares a la que estamos viviendo”, señaló Massa al inicio del anuncio en el Palacio de Hacienda ante funcionarios y empresarios.
El primer decreto, detalló Massa, ordena la automaticidad de los beneficios de la emergencia para todos los productores de la Argentina. «Pretendemos que se suspendan ejecuciones fiscales, que se suspendan ejecuciones bancarias, y que se suspendan mientras dure la emergencia las percepciones de adelanto o anticipo de impuestos que cobra el Estado». De esta manera, se busca «que de alguna manera los 69.000 productores sientan que el Estado argentino no solamente los asiste con algún aporte no reintegrable sino que además les facilita el mantenerse con acceso al mercado de crédito para encarar lo que aspiramos sea una mejor etapa a partir de mayo con la llegada de las lluvias».
Respecto de la segunda medida, que está orientada al Programa del Incremento Exportador el funcionario anunció que el Palacio de Hacienda decidió «avanzar no solo con soja sino también con economías regionales», que se extenderá desde el 8 de abril hasta el 31 de mayo para la cadena sojera, y entre el 8 de abril y el 30 de agosto para las exportaciones de economías regionales.
En el caso de la soja, se «prevé un tipo de cambio fijo de $300 que de alguna manera lo que hace es mejorar el precio para el productor pero además incentivar las exportaciones argentinas y fortalecer las reservas».
En cuanto a las economías regionales, se podrá acceder al Programa del Incremento Exportador si cumplen ciertas condiciones: «Primero, participar del programa de precios. Segundo, mantener empleo. Y tercero, garantizar volumen y abastecimiento de los productos que se comprometen en el programa de precios», precisó Massa.
A su vez, el funcionario agregó: “Queremos que aumenten las exportaciones, sino también que no aumenten los precios internos, que esa ganancia mayor se vea reflejada en los precios del mercado interno”. También, afirmó, deberán mantener “los volúmenes de abastecimiento” en el mercado interno para garantizar que los argentinos consuman a un precio justo los alimentos producidos en el mercado local.
Sanciones
El tercer decreto está enfocado en los sectores exportadores «que no jueguen limpio». «En el sistema de liquidación de las exportaciones argentinas cada uno de ustedes tiene un plazo de 180 días y hay muchos que hacen el esfuerzo (…) mientras que otros especulan y que le hacen trampa al Estado».
En la actualidad, «hay más de 3.700 millones de dólares de empresas argentinas exportadoras que no han cumplido con la liquidación de los dólares que exportan», aseguró Massa y afirmó que en esos casos se activará «un mecanismo de suspensión del CUIT vencidos los plazos establecidos en el decreto».