Veintitrés años pasaron desde la última vez que Ecuador estuvo en una semifinal y hoy buscará esa hazaña ante el anfitrión de la Copa América; un Estados Unidos cuyo desempeño fue de menos a más para hacerse con el primer lugar del Grupo A.
«Espero un estadio lleno y unos hinchas pasionales. Nos impulsarán un mil por cien», declaró Jürgen Klinsmann, director técnico de Estados Unidos, quien espera que esas 67 mil butacas que tiene el CenturyLink Field estén ocupadas porque considera que es un «detalle que marcará la diferencia». Seattle, en principio, es una de las ciudades más futboleras del noroeste de ese país, así que podría ser un buen condimento extra el aliento de su gente.
El camino de Estados Unidos por la fase de grupos fue aceptable. En el partido inaugural cayó ante Colombia por 2-0, sin sorpresas. La segunda semana debía enfrentar a Costa Rica y probar que el equipo tenía potencial. La contundente victoria por 4-0 le dio una nueva oportunidad para llegar al último partido con chances de clasificar.
El encuentro contra Paraguay fue decisivo y el que lo hizo merecedor de estar en cuartos de final, ya que jugó con diez jugadores durante todo el segundo tiempo y aun así logró vencer al equipo de, hasta ese entonces, Ramón Díaz por 1-0.
«Ahora los partidos hay que jugarlos a matar o morir. Y eso es lo que pretendemos nosotros», señaló en la previa Gabriel Achilier, dejando en claro que Ecuador jugará como si fuera una final. Este equipo se ubica en el puesto número 12 y lidera las clasificaciones en las Eliminatorias junto con Uruguay.
El grupo en el que estuvo Ecuador fue uno de los más difíciles y sorpresivos, ya que Brasil era el favorito, aunque terminó fuera muy pronto. La «tricolor» terminó segunda de la zona B con cuatro puntos. El empate con los cariocas en cero fue un resultado positivo, pensando en el peso que tienen las dos selecciones.
Después, ante Perú, tuvo la chance de demostrar y merecer el primer puesto de ese grupo, pero la desperdició tras empatar, esta vez 2-2. Finalmente era el turno frente a Haití, que venía de caer 7-1 ante los brasileños, y los ecuatorianos no perdonaron, fue un 4-0 contundente que los dejó en la siguiente ronda, esperando a su acompañante, que terminó siendo Perú.
Fuente: Infobae.