Para el jueves y el viernes, el pronóstico anuncia jornadas mayormente nubladas, con temperaturas que oscilarán entre los 14°C de mínima y los 22°C de máxima. El sol, ese gran ausente de la semana, recién se dejaría ver a pleno el lunes próximo, si es que se cumple el adelanto del Servicio Meteorológico.
Mientras tanto, vecinos y vecinas resignados acumulan ropa colgada dentro de sus casas o buscan rincones mágicos donde algo se pueda secar. “Lavo y parece que la ropa está más mojada al día siguiente”, se quejaba entre risas una vecina del barrio A4. Las toallas no se secan, las sábanas permanecen húmedas y el aire parece estar siempre cargado, tanto de agua como de paciencia.
Este panorama climático no solo impacta en las actividades cotidianas, sino también en el ánimo general. Las salidas se reducen, las rutinas se adaptan, y las conversaciones se llenan de referencias al clima: “¿Ya viste cuándo vuelve el sol?” es casi una frase de saludo por estos días.
Así, entre paraguas, tender que no da abasto y el constante olor a humedad, Posadas y gran parte del sur misionero atraviesan una semana para armarse de paciencia y, por qué no, de un buen deshumidificador. El lunes será el día más esperado: no por ser inicio de semana, sino porque al fin, según el pronóstico, volvería el sol.