El recorte de frecuencias en colectivos dispara el uso de moto Uber en Posadas

20 de julio de 2025

En Posadas, las vacaciones de invierno no solo modificaron las rutinas escolares, sino también el modo en que muchos trabajadores se trasladan a sus empleos. Con una notoria reducción en la frecuencia de colectivos —una decisión tomada por varias empresas de transporte aprovechando el receso escolar—, muchas personas optan por alternativas como el servicio de moto Uber para evitar largas esperas y llegar a tiempo.

“Con los colectivos pasando cada media hora o más, uno ya no puede arriesgarse a llegar tarde al trabajo”, cuenta Florencia, empleada de comercio del centro. “Prefiero pagar un poco más, pero llegar en 10 minutos y no viajar como ganado, todos apretados”.

La comparación entre costos se vuelve cada vez más estrecha. Actualmente, un viaje en colectivo con tarjeta SUBE cuesta $1.050. En tanto, un recorrido similar en moto Uber puede costar apenas un poco más, dependiendo del horario y la demanda. Para muchos usuarios, esa pequeña diferencia se justifica por la rapidez, la comodidad y la puntualidad del servicio.

“La última vez esperé 40 minutos un colectivo que nunca llegó. Con la moto me bajo de casa y en 12 minutos ya estoy en el centro. No hay punto de comparación”, dice Darío, que trabaja en una barbería.

A esto se suma el malestar por el estado del servicio de transporte público. “Los colectivos están cada vez más lentos, hacen recorridos cortos en más de media hora porque agarran todos los semáforos en rojo. A veces da la sensación de que lo hacen a propósito”, agregó una pasajera habitual de la línea 309.

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Sin embargo, no todos se sienten cómodos con la opción de la moto Uber. Algunos usuarios expresan reparos por cuestiones de seguridad. “Hay choferes que manejan muy rápido y hasta cruzan semáforos en rojo”, advirtió Mónica, empleada de una panadería. “Y otra vez me tocó un casco con un olor horrible. Me dio asco, pero no tenía otra opción”.

Además, otros destacan que el transporte público sigue siendo el más accesible y necesario. “Por más lento o lleno que esté, el colectivo es más económico. La mayoría no puede pagar un Uber todos los días”, opina Lucas, estudiante universitario.

Mientras tanto, los usuarios se organizan como pueden para enfrentar la falta de frecuencias. Algunos salen más temprano, otros combinan medios de transporte y hay quienes incluso comparten viajes para abaratar costos.

Desde el sector de transporte aún no se pronunciaron oficialmente sobre la reducción en la cantidad de unidades que circulan durante el receso escolar, aunque es una práctica habitual en cada julio. Lo cierto es que, con un servicio público cada vez más intermitente, la demanda de alternativas como Uber o Didi parece no tener freno.