El presidente de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, rompió el silencio tras la eliminación de su equipo en la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025. Con autocrítica, pero también con orgullo por el rendimiento mostrado, el ídolo Xeneize afirmó: “Tengo una sensación rara, porque creo que merecíamos haber pasado de ronda.”
Boca quedó fuera del torneo con apenas dos puntos en tres partidos, producto de empates ante Benfica y Auckland City, y una derrota ante el Bayern Münich. Sin embargo, Riquelme rescató la actitud del equipo: “Hicimos un buen partido contra Benfica, y contra Bayern, después del empate de Merentiel, parecía que lo íbamos a ganar.”
En diálogo con El Canal de Boca, el medio oficial del club, el exfutbolista analizó en detalle cada partido. Sobre el debut frente al conjunto portugués, aseguró que el resultado “inmerecido” los complicó en el resto de la competencia. Y respecto al empate con Auckland, apuntó contra las condiciones externas: “Es difícil volver a jugar con ilusión cuando el otro partido del grupo ya había terminado. El partido se tenía que haber ganado, tuvimos dos tiros en el travesaño y no es fácil jugar contra un equipo metido atrás”.
El presidente de 47 años destacó el valor de la convivencia durante la competencia: “Fueron 20 días muy importantes, que sirvieron para que el cuerpo técnico conozca mejor al plantel” . Y pese a la frustración deportiva, advirtió que el objetivo ahora es recuperar protagonismo: “Tenemos la obligación de pelear por los títulos en el segundo semestre para que el hincha esté contento”.
Fiel a su estilo, también se refirió al entorno mediático y la presión que recibe el club: “Boca es el club más grande del mundo. Siempre se espera que pasemos de ronda, aunque enfrentes a potencias.”
Sobre la posibilidad del regreso de Leandro Paredes, campeón del mundo con Argentina y surgido en el club, Riquelme se mostró abierto pero cauto: “Tiene las puertas abiertas. Yo me llevo muy bien con él, pero no puedo decir más.”
Finalmente, se deshizo en elogios para la hinchada, que copó los estadios en Estados Unidos: “El hincha de Boca es increíble. El mundo del fútbol reconoció que está loco de verdad. Me siento muy orgulloso.”
Con estas declaraciones, Riquelme dejó un mensaje claro: Boca no se conforma con participar, quiere competir, ganar y volver más fuerte. Mientras tanto, la ilusión de sus hinchas -como siempre- sigue intacta.