La iniciativa fue motivada por una propuesta del CEJUPER (Centro de Jubilados, Pensionados y Retirados) del municipio, liderado por Roque Correa (ex concejal) y María Teresa Nilsson, quienes organizaron una charla vinculada a las adicciones con la participación del entonces subsecretario -hoy secretario- de Adicciones de la Provincia, Roberto Padilla. De esa instancia surgió la inquietud de avanzar con un espacio institucional a nivel local.
“Ellos se acercaron con la idea, me propusieron presentarlo como proyecto y yo trabajé sobre eso, ajustando algunos puntos, pero siempre en consulta con ellos”, explicó Filippin. El edil presentó el texto en el Concejo Deliberante, donde recientemente fue tratado en comisión.
Aunque el proyecto sufrió algunas demoras en su tratamiento legislativo, finalmente fue discutido y aprobado con mínimas modificaciones, principalmente en la conformación del consejo.
Entre los organismos incluidos figuran el Poder Ejecutivo y Legislativo municipal, Salud Pública de la provincia, autoridades policiales y del sistema judicial, entre otros. También se establece que el Ejecutivo local será el encargado de aportar los recursos necesarios para su funcionamiento.
La función del Consejo será prevenir, acompañar y asistir a personas que atraviesen consumos problemáticos, no solo de sustancias psicoactivas, sino de cualquier sustancia que genere dependencia y afecte la vida cotidiana. “No se trata solo de drogas ilegales, también hablamos de alcohol, medicamentos u otras sustancias. El objetivo es trabajar en la prevención, la contención y la educación de toda la comunidad”, señaló Filippin.
Además, el Consejo tendrá a su cargo la organización de charlas, talleres y actividades comunitarias orientadas a la sensibilización y el acompañamiento, tanto de las personas afectadas como de sus familias. “Muchas veces el entorno necesita también orientación y apoyo, y esta estructura permitirá dar respuestas más cercanas y efectivas”, agregó.
En cuanto a la estructura interna, el Consejo estará presidido por un representante del Poder Ejecutivo, acompañado por un vicepresidente del Legislativo. Habrá también un secretario y vocales designados por las instituciones convocadas, además de la posibilidad de participación voluntaria de cualquier ciudadano del municipio interesado en la temática.
El proyecto representa un paso importante hacia una política local de salud mental y prevención de adicciones en Campo Ramón. “Es un tema que nos atraviesa a todos, y este consejo es una forma concreta de empezar a abordarlo desde el nivel municipal”, concluyó Filippin.
