En Posadas, desde el 10 de diciembre se abrirá una nueva etapa en el Concejo Deliberante, donde siete bancas cambiarán de manos y se reacomodarán las fuerzas políticas. Dos de esas bancas serán renovadas por quienes ya integran el cuerpo: Pablo Argañaraz (Partido Libertario) y Malena Mazal (Frente Renovador).
El Frente Renovador consiguió en junio una victoria ajustada y colocará a Daniel Vigo y Malena Mazal como sus representantes para el próximo período. En este caso, Mazal es quien renueva, mientras que Vigo ingresa tras la elección.
Por el Frente Por la Vida y los Valores asumirán Fernando Zarza y Ángel Martínez. En tanto, La Libertad Avanza también obtuvo dos lugares, que ocuparán María Elena Fernández y Santiago Horianski.
La séptima banca quedó para el Partido Libertario, donde Pablo Argañaraz renueva su mandato, consolidando su presencia en el recinto. Con su continuidad y la de Valeria Gómez -que aún tiene dos años por delante-, LLA pasará a contar con cuatro bancas, ya que tanto Argañaraz como Gómez se integrarán formalmente a ese espacio político dentro del Concejo.
En paralelo, comenzó a tomar fuerza una disputa interna: fuentes legislativas señalan que Daniel Vigo podría convertirse en el próximo presidente del Concejo, desplazando a Jair Dib, actual titular. Este último, según su entorno, no estaría conforme con el posible cambio, ya que considera que asumió el costo político de los fuertes recortes aplicados este año y esperaba continuidad.
Consultado sobre estas versiones, Dib evitó confrontar y optó por un discurso enfocado en la gestión: afirmó que “todavía no hay definiciones” y que las negociaciones con los bloques recién comenzarán tras el cierre de las sesiones ordinarias, el 27 de noviembre. Con esa respuesta, el concejal buscó desactivar las especulaciones internas, aunque dejó entrever que la discusión por la presidencia está abierta.
De todos modos, el propio Dib dejó una frase que permite leer entre líneas un posible cambio de rol dentro del espacio: aseguró que “la gente lo eligió para ser concejal” y que acompañará “donde el partido político decida que esté”. El mensaje fue interpretado puertas adentro como una muestra de disciplina política, pero también como la aceptación de que su continuidad al frente del cuerpo no está asegurada.