Es importante mantener una buena higiene en la cocina, separando alimentos crudos de los cocidos, y asegurarse de cocinarlos completamente. Además, es recomendable evitar consumir agua del suministro local, especialmente en áreas donde se ha detectado contaminación.
La deshidratación es una de las complicaciones más graves, especialmente en niños menores de dos años y personas mayores. Por eso, es crucial mantenerse bien hidratado durante un episodio de gastroenteritis, utilizando soluciones rehidratantes orales si es necesario.
Aunque los casos suelen resolverse en pocos días sin tratamiento médico, siempre es mejor consultar a un profesional si los síntomas empeoran o si se trata de personas vulnerables. Prevenir la infección, mantener una buena higiene y asegurarse de una correcta hidratación son las mejores medidas para evitar complicaciones.