Todo comenzó ayer cerca de las 19 horas en la localidad de Jardín América, donde los agentes de la División de Delitos Rurales secuestraron a la altura de Corpus, redes y boyas que se encontraban distribuidas en los causes de agua de un arroyo. Fue allí donde determinaron que se trataría de un punto de pesca ilegal.
Al llegar a las zonas costeras del río Paraná, los uniformados detectaron dos redes encarnadera ubicadas en la desembocadura de un arroyo, estos elementos son reconocidos por su uso para bloquear la salida o entrada de peces al arroyo.
Así también, constataron la presencia de boyas caseras, fabricadas con botellas de gaseosa, nylon y anzuelos que se encontraban flotando por el cause del río, siendo este también un método ilegal de pesca.