En 2021, durante la gestión de Oscar Herrera Ahuad, se había anunciado la construcción de un hospital en el predio donde funcionaba la antigua salita de primeros auxilios. Sin embargo, la obra nunca se concretó y el lugar permanece en estado de abandono. Los vecinos reclaman más atención médica y profesionales en el CIC local.
Por años, los habitantes de Campo Ramón esperaron la concreción de un proyecto sanitario que prometía cambiar la realidad del municipio: un hospital, que debía reemplazar a la vieja sala de primeros auxilios. El anuncio fue realizado durante la gestión del entonces gobernador Oscar Herrera Ahuad, y generó gran expectativa en la comunidad. Sin embargo, el hospital nunca llegó a construirse y hoy el predio, cubierto de malezas y paredes sin uso, se ha convertido en símbolo de una promesa inconclusa.
El terreno donde debía construirse el nuevo hospital fue cedido por el Municipio al Ministerio de Salud Pública, luego de que el Concejo Deliberante aprobara el traspaso solicitado por el Ejecutivo local. Pese a haberse completado ese paso administrativo, la construcción nunca se inició y el predio permanece abandonado, con estructuras deterioradas que alguna vez fueron parte de la antigua salita de primeros auxilios.
“Hubo anuncios, incluso fechas tentativas de inicio, pero después el tema desapareció de la agenda”, recuerdan vecinos. La estructura que había funcionado como salita de primeros auxilios permanece abandonada, deteriorándose con el paso del tiempo.
Mientras tanto, la atención médica en Campo Ramón se concentra exclusivamente en el Centro Integrador Comunitario (CIC), que actúa como principal espacio sanitario del municipio. Sin embargo, los recursos humanos son escasos. “Hay pocos médicos, vienen solo algunos días de la semana y las especialidades son limitadas”, explican vecinos que acuden al lugar.

La situación obliga a muchos pacientes a trasladarse hasta Oberá, distante unos pocos kilómetros, donde se encuentran el Hospital Samic y otros centros de atención de mayor complejidad. Pero ese traslado tiene un costo elevado que muchos no pueden afrontar. “Viajar a Oberá significa pagar transporte, perder el día de trabajo o depender de un familiar con vehículo. No todos pueden hacerlo”, lamentan los residentes.
La necesidad de un hospital con mayor infraestructura no es nueva. Campo Ramón tiene muchos pobladores de zonas rurales, de Villa Bonita y distintas picadas. Todos dependen del mismo sistema sanitario, que no logra cubrir la demanda.
“La población aumentó y la salud no acompañó ese crecimiento. Un hospital con guardia, laboratorio y más consultorios sería un alivio enorme para la gente”, expresan desde la comunidad.
Fuentes locales también recordaron que, en su momento, el propio intendente había anunciado el inicio de las obras y la llegada de fondos provinciales. Sin embargo, tras el traspaso del predio, el proyecto quedó paralizado sin explicación oficial.
Hoy, el antiguo edificio de la salita es testimonio de aquella promesa inconclusa. Techos dañados, pastizales y muros despintados conforman la postal del abandono. “Es triste ver cómo se deteriora algo que podría haberse aprovechado. Ese lugar podría convertirse en el hospital que tanto necesitamos”, sostienen los vecinos.

Desde el municipio no hubo declaraciones recientes sobre el futuro del predio ni sobre posibles gestiones para reactivar el proyecto. Tampoco se registran avances concretos por parte del Ministerio de Salud Pública.
Mientras tanto, la comunidad insiste en que el reclamo no es político, sino humano. “Queremos un lugar donde atendernos sin tener que recorrer kilómetros. Donde haya médicos y servicios básicos todos los días. No pedimos lujos, pedimos salud”, expresaron.
Falta de atención y traslados complicados, otra problemática
En casos de urgencia, los vecinos de Campo Ramón suelen depender de una ambulancia para ser trasladados a otros centros de salud, pero muchas veces el vehículo no está disponible.
De forma reiterada, especialmente los fines de semana, se comunica que la ambulancia permanecerá fuera de servicio, lo que agrava la situación sanitaria del municipio.



 
					 
