El Gobierno inyectará $550 millones al presupuesto del Conicet

Escrito por misionesalinstante

27 de agosto de 2018

En
cambio, en el ámbito de la ciencia y la tecnología en el ámbito del Estado sus
protagonistas no dudarían en elevar esas referencias a escalas superiores como
un «huracán» que ha llevado al sector a «la crisis más profunda
del sector de los últimos años».

En
un intento para morigerar los efectos de la crisis, el Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación anunció la inyección de $550
millones al presupuesto del Conicet para lo que resta de este año.

La
decisión fue tomada el miércoles después de una semana de protestas de la
comunidad científica y de una carta firmada por 241 directores de institutos de
investigación.

Un
funcionario del ministerio comunicó que se destinarían esos fondos para paliar
algunas de las necesidades de los institutos de investigación, en vista a
reforzar el presupuesto 2018.

Jorge
Aguado, a cargo de la Secretaría de Planeamiento y Políticas del Ministerio,
sostuvo que ese monto «alcanza para garantizar el funcionamiento del
Conicet».

«Les
comunicamos a los directores de los institutos que se queden tranquilos porque
esto cubrirá las paritarias, las becas y la ejecución de los proyectos en
marcha», completó el funcionario.

La
alarma sobre el presupuesto para los institutos del Conicet, principal
organismo de promoción de investigación científica del país, fue encendida por
la propia comunidad científica, que desde hace un par de semanas denuncia una
serie de recortes y demoras en el presupuesto necesario para llevar adelante
las tareas de investigación. Esto se suma al recorte de los ingresos a la
Carrera de Investigador Científico, denunciadas en su momento.

Al
cóctel debe añadirse una dura carta firmada por 241 directores de institutos
del Conicet de todo el país (en total son 266) dirigida a los legisladores de
ambas cámaras del Congreso de la Nación.

En
ese escrito, los directivos manifiestan «profunda preocupación por la
grave crisis que amenaza la supervivencia del sistema científico-tecnológico
argentino».

También
se pide «que adopten medidas urgentes para superarla, contribuyendo de ese
modo a preservar un sector que es clave para el desarrollo nacional». ¿La
inyección de este monto responde a la demanda de la comunidad científica?

 

El
miércoles por la tarde hubo una reunión de la que participó toda la plana mayor
del Ministerio, incluido el titular de la cartera, Lino Barañao, y miembros del
directorio del Conicet. Durante el encuentro, Aguado habría anunciado el
desembolso que se haría efectivo en lo que queda del año.

En
un e-mail firmado por un grupo de directores que coordina las acciones del
conjunto, según informó la agencia Nex Ciencia, se afirma que «las
autoridades del Mincyt han anunciado un refuerzo presupuestario de $550
millones para el Conicet. Es, sin duda, un pequeño logro del reclamo realizado
con el apoyo de más del 90 por ciento de la comunidad científica del
Conicet».

También
resaltaron que «lo exiguo del aumento anunciado se hace evidente al
advertir que con estos fondos se deberán atender tanto gastos del inciso 1
(nuevos nombramientos) como el pago del aumento del estipendio a becarias y
becarios de acuerdo a lo convenido en la paritaria estatal».

Lo
restante, según se comunicó a los institutos, será utilizado para pago de
algunos montos adeudados de subsidios a proyectos y funcionamiento de
institutos. El Conicet adeuda más de $350 millones correspondientes a subsidios
de investigación de 2014.

Estos
$550 millones se sumarán a los $13.000 millones del presupuesto 2018 del
Conicet y, según revelaron fuentes oficiales, se agregarían también al
presupuesto 2019, aunque el monto final para el año próximo está lejos de
conocerse: se estima que a fines de septiembre ingresará a Diputados el
proyecto de ley.

Paralización
y destrucción

En
la Sala 1 del segundo piso del Anexo del Congreso y en las calles aledañas al
Parlamento, los investigadores reclamaron el 16 de agosto por una mayor
inversión en ciencia y tecnología.

Junto
a estudiantes, docentes y becarios, los investigadores entregaron la carta
firmada por los directores de institutos del Conicet. Durante la administración
Macri, la inversión en el sector dejó de ser prioritaria: Ciencia y técnica
como, parte del presupuesto nacional, tuvo el 1,53% en 2016, el 1,4% en 2017 y
se redujo al 1,27% en 2018.

En
la sala del edificio Anexo de la Cámara Baja estuvieron figuras del sector
científico como Alberto Kornblihtt y el último premiado como investigador de la
Nación, Gabriel Rabinovich, además de miembros de las agrupaciones Jóvenes
Científicos Precarizados y la Red Federal de Afectados. También asistieron
representantes del sector gremial, como ATE, Conadu y Conadu Histórica, entre
otros.

«Estamos
a tiempo de evitar la situación desoladora que vivimos en el año 2001, pero la
realidad es que toda la comunidad científica está con una gran preocupación.
Nuestra petición de hoy es que se sancione una ley de financiamiento para la
ciencia y la tecnología que le dé previsibilidad al sistema», reclamó
Mario Pecheny, uno de los dos directores del Conicet electos por los
investigadores, en relación al proyecto presentado por el senador peronista
santafesino Omar Perotti. Esta iniciativa ya obtuvo media sanción el año pasado
y espera por su tratamiento en la Cámara de Diputados, donde está
«cajoneado».

«Este
año, la Comisión de Presupuesto no se reunió ni una sola vez. Estamos frente a
un proyecto político en el Congreso que funciona de manera
antirreglamentaria», disparó la diputada Daniela Castro, presidenta de la
Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara Baja.

Kornblihtt
advirtió sobre el perjuicio a los jóvenes investigadores provocados por los
recortes en los ingresos a ese organismo y la merma que han sufrido los
subsidios para investigación por la devaluación del peso. Y sintetizó: «Es
la crisis más profunda del sector de ciencia y tecnología en los últimos
años».

¿Salida
del mundo?

De
manera sorpresiva, según acusaciones de científicos, el Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación dio de baja los programas de
cooperación científica internacional, dejando truncos proyectos en marcha.
Investigadores expresaron su malestar por una decisión que involucra acuerdos
diplomáticos y pone obstáculos para el intercambio de conocimientos con otros
países.

El
intercambio científico es una herramienta importante para la generación de
conocimiento, y es una práctica habitual en la Argentina y en el resto del
mundo. En el sistema científico argentino existen varios programas de
cooperación internacional.

El
23 de agosto por la tarde, según informó la agencia Nex Ciencia, investigadores
de distintas instituciones de todo el país comenzaron a recibir las llamadas
telefónicas de personal del ministerio para dar el anuncio de un sorpresivo
corte en estos acuerdos.

“Tengo
una mala noticia para vos”, así fue la introducción que le hizo un funcionario
al biólogo Diego Ferreiro antes de informarle que el ministerio ya no cubriría
el pasaje de avión para asistir al trabajo de investigación que tenía planeado
para realizar en Francia entre el 8 y el 20 de septiembre.

La
investigación se encuentra enmarcada en el Programa de Cooperación
Científico-Tecnológica entre el ministerio y el organismo ECOS Sud de Francia,
donde la parte argentina aporta los pasajes y la francesa, la estadía.

“Pregunté
si acaso sabía si Francia iba a aportar la contraparte pero la persona que me
llamó no lo sabía, me dijo que eso iba por Cancillería”, relató Ferreiro, quien
agregó que consultó si se daba de baja solo su proyecto o también el resto de
los proyectos de cooperación internacional. “Me dijeron que esto afectaba a
todos los proyectos de cooperación internacional del ministerio”, dijo
Ferreiro.

La
comunicación de la mala noticia fue por teléfono. Estuvo a cargo del
funcionario de Cooperación e Integración Institucional del ministerio, Juan
Manuel Brückner, de manera personal a cada responsable de proyecto.

A
medida que surgían nuevos casos, Nex Ciencia intentó comunicarse con
autoridades del ministerio sin éxito. En cambio, esa agencia pudo hablar con el
presidente del Comité ECOS por el lado argentino, el biólogo y divulgador Diego
Golombek.

“Soy
el presidente del comité de selección, estoy evaluando proyectos de ECOS
actualmente, y no sé nada de nada al respecto de esta situación”, dijo Golombek
sin poder ocultar su sorpresa.

El
24 de agosto por la mañana, Aguado afirmó en declaraciones a la Radio con Vos:
“No estamos suspendiendo ninguna cooperación ni ningún convenio bilateral con
otros investigadores de otros países”.

Pese
a esa afirmación, la experiencia de la bióloga Lucía Chemes lo contradice.
Chemes se encuentra en el exterior por un convenio bilateral con Alemania. El
23 de agosto también recibió la noticia.

“Me
contacté con el ministerio para consultar por el pasaje de la becaria de mi
grupo, que viajaría en 10 días, y me dijeron por teléfono que no estaban en
condiciones de cumplir con la compra del pasaje debido a los problemas
cambiarios y que tenían la orden de no seguir ejecutando los subsidios”,
explicó esta investigadora del Conicet.

Chemes
dio el ejemplo del caso inverso de los compromisos. “Tenemos un investigador
que viene en noviembre para la Argentina y el ministerio debería cubrir su
estadía, y supongo que tampoco lo va a poder cumplir”.

Por
igual situación pasó el computador científico Alejandro Díaz-Caro, a quien le
comunicaron por la misma vía el corte de la financiación de su proyecto, en
este caso, con los franceses.

“Un
estudiante de doctorado mío venía de Francia ahora en septiembre, ya tiene pago
el pasaje y el ministerio tenía que pagar la estadía. Me avisaron que eso no va
a suceder”, explicó el investigador del Conicet en el Instituto de Ciencias de
la Computación.

La
matemática Verónica Becher destacó el reconocimiento internacional del que goza
el Programa Internacional ECOS Sud. “Es sinónimo de calidad científica y
académica y está funcionando con nuestro país desde hace más de 20 años, no es
algo nuevo”, indicó.

 

A
Becher también le tocó escuchar las noticias por teléfono. “Me dijo que se
cancelaron los proyectos ECOS. No sólo el mío sino todos los ECOS de todas las
convocatorias vigentes. Me detalló que las misiones de mis dos estudiantes a
París, una en septiembre y la otra en octubre de este año, están canceladas. Le
pedí que me notificara por escrito y dijo que no podía hacerlo”, explicó.

Becher
consultó si la contraparte francesa había sido notificada de la decisión
argentina. “La respuesta fue que todavía no habían sido informados los
coordinadores franceses del programa ECOS Sud”, señaló.

Al
enmarcarlo en el proceso de desfinancimiento del sistema científico, el recorte
de las cooperaciones internacionales significaría para el Estado nacional una
reducción de 25 millones de pesos, de acuerdo a lo que se adjudicó a ese ítem
en el Presupuesto nacional.