El origen y la historia de la milanesa, un plato muy consumido por los argentinos

Escrito por misionesalinstante

1 de agosto de 2018

No se sabe a ciencia cierta el origen
de este plato conocido por todos, aunque la historia dejó algunas pistas por el
camino, migas de pan rallado que permiten seguir el rastro y barajar algunas
teorías acerca del lugar de su nacimiento.

 

 

Se sabe que su nombre en español
proviene de la ciudad italiana de Milán, y comenzó a utilizarse en esta parte
del globo desde fines de siglo XIX, por la gran inmigración italiana que llegó
a la Cuenca del Plata y trajo el plato a nuestras mesas, convirtiéndolo no sólo
en una comida típica de la cocina argentina, sino también de la boliviana,
chilena, paraguaya y uruguaya.

 

La polémica sobre el país de origen
duró mucho y todavía perdura, aunque nada parece confirmar sin lugar a dudas su
procedencia. Muchos piensan que es un plato austríaco, y que fue en la segunda
mitad del siglo XIX, tras las varias invasiones de ese país sobre el norte de
Italia, que difundieron el gusto por este corte empanado.

 

 

Llamada «cotoletta» a lo
largo de Italia, «escalope» en Francia, «Wiener Schnitzel»
(bistec vienés) en Alemania y «tonkatsu» en Japón, el mito crece y
ese aura de misterio, de incertidumbre, de leyenda, hace que todos queramos
apropiárnosla, aunque es Europa la que más chances tiene de quedarse con el
título.

 

A pesar de las ganas, en todo casi es
seguro que el plato no es argentino. Serían italianos y noruegos los que más
cerca están de colgarse la medalla de «inventores de la milanesa»,
aunque probablemente en ninguno de esos lugares las preparen como acá.

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