El presidente de la Conferencia
Episcopal Argentina ( CEA), monseñor Oscar Ojea, afirmó que el papa Francisco
“ya está pensando cuándo” venir a la Argentina y precisó que esa visita podría
concretarse entre “fines del 2020 o durante el 2021”, según lo que le
transmitió el propio Jorge Bergoglio.
“Hay quienes dicen que el Papa no
quiere venir a la Argentina, pero a mí me ha dicho que desea hacerlo y que ya
está pensando cuándo. Me dijo que no puede venir en lo inmediato, pero que, tal
vez, a fines del 2020 o durante el 2021 ya sería posible que estuviera
visitando el país”, reveló Ojea en diálogo con Télam.
Si bien la máxima autoridad de la
Iglesia en la Argentina aclaró que “no se trata de un anuncio formal ni de una
fecha concreta”, aseveró que “es el deseo del Santo Padre que los argentinos
sepamos que él está ya pensando en una visita pastoral” a su país natal.
Las declaraciones de Ojea a Télam
se producen luego de que, desde algunos sectores políticos y mediáticos, se
especulara sobre el rol de Jorge Bergoglio en la campaña electoral.
En ese sentido, Ojea condenó que
“se lo presente al Papa como partidario de una facción, con un estilo mentiroso
que se da muchísimo en algunos medios, y busca ponerlo en una contradicción,
una brecha que tiene que ver con no dejarlo ser Papa”.
“Francisco puede ayudarnos mucho
a vivir una cultura del encuentro, a superar nuestra grieta, nuestras heridas y
divisiones, pero tenemos que permitirle tener el lugar que tiene en el mundo, y
no en Argentina, donde continuamente se lo está colocando del lado de una
facción, incluso con esta cuestión imaginaria de que está siempre pensando en
Argentina y tramando o pergeñando ideas, una ilusión casi provinciana que nos
coloca en una situación desubicada”, advirtió.
En ese marco, el obispo de San
Isidro consideró que “el mejor camino para preparar una futura vista del Papa
al país es escucharlo a él directamente y dejar de estar pendiente de las cosas
que se dicen sobre su figura, y de personas que hacen comentarios sobre lo que
suponen que él dice, hace o piensa”.
Durante la visita ‘ad limina’ que
todos los obispos argentinos realizaron entre abril y mayo a Roma, el Papa ya
les había adelantado su voluntad de concretar el postergado regreso al país, e
incluso se conoció que en 2017 estuvo a punto de venir.
Mientras estaban en Roma y cuando
regresaron al país, muchos obispos expresaron públicamente este deseo del Papa,
alentando así las versiones que señalaban los primeros meses de 2020 como fecha
probable de viaje, basados en la presunción de que vendría a celebrar en abril
los 500 años de la primera misa oficiada en territorio argentino, en Puerto San
Julián.
Si la visita se concretaba
durante esos primeros meses de 2020, el anuncio formal debía realizarse durante
el transcurso de este año, mientras se desarrollaba el proceso electoral que
recién culminaría en noviembre, en caso de segunda vuelta.
Pero, de esta manera, Francisco
ratifica su deseo de venir «gane quien gane» las elecciones pero se
asegura de que no se utilice políticamente el anuncio oficial de la visita
durante la campaña electoral ya que, al estirar los plazos, la comunicación
formal podría darse a conocer con las nuevas autoridades ya electas y en
funciones.