A escasos kilómetros del centro capitalino, en el barrio Nemesio Parma, unas 30 familias de la zona baja siguen viviendo sin acceso a agua potable. Algunas hace más de tres décadas, otras desde hace cinco o diez años. Pero todas coinciden en lo mismo: ninguna gestión municipal ni provincial pudo garantizarles el acceso al agua, un derecho humano esencial.
“Desde que nos entregaron las casas, cuando yo era chica, hubo agua muy poco tiempo. Se quemó la bomba y nunca más funcionó”, relata Griselda, una vecina de 30 años, madre de tres hijos. Como muchas otras familias, su hogar depende del camión cisterna municipal, que pasa apenas dos o tres veces por semana. En verano, aseguran, el abastecimiento no alcanza.
“La solución es un nuevo pozo profundo”
El reclamo de los vecinos no es nuevo, y la necesidad crece con el paso del tiempo. Flora Rodríguez, referente del barrio, señala: “Seguimos comprando bidones para tomar, pero el resto depende del camión. Necesitamos un pozo nuevo, con tanque y bomba, que llegue por lo menos a esta zona baja donde vivimos muchas familias, con muchos chicos. Es muy triste vivir sin agua”.
La comunidad asegura que el reclamo fue presentado ante cada nueva gestión municipal desde hace años. Mariana, otra madre del barrio, lo resume así: “En cinco años que vivo acá, no tuvimos respuesta. Pero hay vecinos con más de 30 años esperando”.
“No puede ser tan difícil de resolver”
Ante la falta de soluciones, el referente social y candidato a diputado provincial por Tierra, Techo y Trabajo (TTT), Martín Sereno, se hizo presente en el lugar, junto a los militantes Carla Pipke y Maximiliano Rodríguez. Luego de recorrer el barrio y conversar con las familias, Sereno gestionó una reunión con el intendente Leonardo “Lalo” Stelatto, quien accedió a enviar un técnico municipal a la zona.
Según los vecinos, el técnico se comprometió a habilitar la apertura de llaves de la red existente y hacer pruebas para evaluar la presión y posibilidad de conexión. Aunque la perforación sigue siendo una deuda, para las familias este compromiso representa una primera señal de avance tras años de espera.
Un barrio olvidado en la capital misionera
Lo que sucede en Nemesio Parma es una muestra de cómo la exclusión y la desidia también habitan en las ciudades. “Es llamativo que esto pase en Posadas, no en un paraje del interior”, sostuvo Sereno, quien reiteró que desde su espacio continuarán acompañando los reclamos.
Vecinos como Nancy Bandeiras, Karina Silvera, Marga Makenzi, María Ibañez y muchos otros, aseguran que están dispuestos a colaborar económicamente para costear la perforación del pozo. “Queremos una solución real. Sabemos que no es fácil, pero tampoco puede ser imposible. Sólo pedimos agua para vivir”, expresaron.




