Huracán no pudo dar un paso clave para acercarse la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores de América. No pudo vencer a Peñarol, el peor equipo de su zona y que encima jugó la mayoría del partido con un jugador menos por una patada descomunal que pegó Nahitan Nández.
En tiempo de descuento, después de que el arquero uruguayo Guruceaga sacara absolutamente todo, finalmente la pelota se metió tras un gran remate de Daniel Montenegro pero el árbitro anuló el gol por que Ramón Ábila obstaculizaba la visión del arquero. La polémica decisión del árbitro ecuatoriano Omar Ponce dejó muy alterados a los jugadores del Globo. «El árbitro se va como una rata», le dijo Marcos Díaz a la televisión.
Pero lo increíble fue que los jugadores de Peñarol también se fueron enojados con Ponce. Después del gol anulado por offside, el arquero Guruceaga fue a buscar al área rival y marcó el gol pero también lo anuló el árbitro, esta vez por una supuesta carga contra el arquero del Globo.