El microcentro posadeño fue escenario de un escándalo que sobrepasó las fronteras y golpeó de lleno a la Policía Nacional del Paraguay, cuando un efectivo de esa fuerza fue detenido junto a un preso alojado en una comisaría del país vecino. Ambos habrían llegado a Misiones por pedido del reo, que habría aceptado pagarles 70 mil pesos a los uniformados en concepto de coima para recuperar la libertad.
Los dos, el civil y el suboficial de la fuerza paraguaya, permanecen detenidos en la comisaría seccional Primera de Posadas. No son los únicos. En Paraguay, el jefe de la comisaría seccional Segunda de Encarnación también quedó a disposición de la Comandancia General en situación de arresto, en Asunción. Investigan si fue él quien mandó al suboficial a “acompañar” al reo a un banco posadeño donde retirarían el efectivo.
El caso desató un escándalo en el país vecino, al punto que dos de las máximas autoridades de la Policía Nacional en el Departamento de Itapúa visitaron ayer por la tarde la Primera posadeña para interiorizarse de la investigación (ver “Venimos a…”).
Según pudo saber, todo sucedió el último lunes alrededor de las 13, cuando el suboficial de 28 años arribó a una entidad bancaria en compañía del detenido, también paraguayo pero con residencia en Argentina, de 38.
Al parecer, el arrestado había caído el último fin de semana en Encarnación en razón de que se encontraba en situación de rebeldía por una causa de estafa o “lesión de confianza”, como conceptualiza ese delito el derecho guaraní.
El preso terminó alojado en la Segunda encarnacena, emplazada en el barrio de Buena Vista, donde habría recibido una propuesta indecente: recuperar la libertad de inmediato si entregaba 70 mil pesos en efectivo, algo así como 22.400.000 guaraníes al valor de cambio actual.
Al parecer, el reo aceptó la propuesta pero explicó que la única manera de contar con esa suma era viajar a Posadas y extraer el monto de una cuenta personal. La maniobra era jugada, pero los policías paraguayos aceptaron.
Así el preso y el suboficial llegaron hasta un banco de capitales extranjeros emplazado sobre calle Colón, entre San Martín y Sarmiento, en pleno microcentro posadeño. Sin embargo, el reloj les jugó una mala pasada: ya eran después de las 13 y estaba cerrado.
El preso se acercó a la puerta vidriada y pidió por favor que abrieran, pero no hubo caso. Entonces develó su verdad al policía de guardia: “Me quieren secuestrar, quieren plata, el secuestrador está acá”, habrían sido sus palabras.
El policía misionero encendió el alerta y enseguida efectivos de la Patrulla Urbana apresaron a la presunta víctima, mientras que a pocos metros el suboficial paraguayo fue arrestado por uniformados de la seccional Primera. Los dos fueron a parar a las celdas de esa dependencia.
Anoche continuaban detenidos a disposición del magistrado Carlos Giménez, titular del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, quien hoy podría tomarles declaración indagatoria. En la comisaría se instruye una causa por “privación ilegítima de la libertad”.
Mientras tanto, en Paraguay, el jefe de la Segunda encarnacena fue puesto a disposición de la Comandancia General de la Policía Nacional. Las fuentes informaron que ayer era trasladado a Asunción para quedar a disposición de las autoridades. Iba a permanecer alojado en una unidad especial.
Fuente: Primera Edición.