Falta de equipo retrasa cirugías de cataratas en el Madariaga y afecta a pacientes sin cobertura

21 de julio de 2025

Un paciente expresó su malestar a Misiones al Instante por la prolongada espera para una cirugía de cataratas en el Hospital Escuela Dr. Ramón Madariaga de Posadas. Según relató, desde mayo concurre regularmente al centro de salud, pero su intervención es constantemente postergada. En su última consulta le informaron que vuelva en septiembre, a pesar de tener todos los estudios médicos actualizados y en condiciones.

La causa de la demora, según le explicaron, es que la máquina de facoemulsificación, el equipo esencial para este tipo de operaciones oculares, fue enviada a Buenos Aires para su reparación y todavía no ha sido devuelta al hospital. Mientras tanto, los turnos quirúrgicos se acumulan, afectando especialmente a pacientes sin obra social, como en su caso.

Este no sería un caso aislado. Desde hace varios meses, otros pacientes también se habrián visto perjudicados por la misma situación. Se trata de una problemática que impacta directamente en adultos mayores y personas con patologías visuales avanzadas, quienes requieren atención urgente para evitar un deterioro mayor de la vista.

El Servicio de Oftalmología del Madariaga es una de las áreas más activas del hospital, con un alto número de cirugías de cataratas realizadas anualmente, además de intervenciones más complejas como trasplantes de córnea. Sin embargo, la falta de funcionamiento de un único equipo, como el facoemulsificador, afecta significativamente la capacidad operativa de todo el sector.

“Ya tengo todo hecho y sigo esperando. Siempre es ‘vení el mes que viene’, y ahora me dicen septiembre. Me siento en el aire”, expresó el paciente en diálogo con Misiones al Instante. Agregó también que en una oportunidad le preguntaron si tenía cobertura médica y, al decir que no, notó un cambio en el trato.

Por este motivo, pidió que se agilice la reparación del equipo, se dé una respuesta clara a los pacientes, y se establezcan plazos razonables para las reprogramaciones. “Yo entiendo que se pueden romper las cosas, pero uno necesita saber qué va a pasar. No puedo seguir esperando indefinidamente sin saber nada”, concluyó.