El reciente caso denunciado por Romina Coronel, quien acusa al Hospital Favaloro de Posadas de no haber detectado lesiones graves en su esposo, Alejandro Charón, tras un accidente vial, reavivó en redes sociales una oleada de reclamos y testimonios de usuarios que aseguran haber vivido situaciones similares en el centro de salud de Villa Cabello.
Decenas de seguidores de Misiones al Instante dejaron sus comentarios en las publicaciones sobre el hecho. “Nunca vayan al Favaloro”, expresó una usuaria, mientras otro lector afirmó: “Toda persona sabe que no sirve para nada… directamente al Madariaga, allá la atención es 1000/10”. Varios señalaron que, según su experiencia, la guardia no cuenta siempre con especialistas y que la atención suele limitarse a recetar analgésicos sin estudios previos.
Entre los relatos, se mencionan diagnósticos erróneos, demoras prolongadas y falta de insumos básicos. Una seguidora recordó que en su caso le recomendaron “pasar un anillo de oro” a su bebé por un orzuelo, mientras otra contó que a su marido con arritmia severa le diagnosticaron “comienzo de alergia”. También hubo comentarios sobre malos tratos como “te miran como si fueras una molestia” y “les importa un carajo tu salud”, frases que se repitieron en varias intervenciones.
Algunos usuarios apuntaron incluso a la actitud del personal médico en casos de emergencia. “Se morfaron el distress respiratorio… de Favaloro solo tienen el nombre”, sostuvo un lector, mientras otro relató que, tras un choque, los profesionales minimizaron un cuadro que luego se confirmó como fracturas múltiples y lesiones internas. Para varios, no se trata solo de falta de recursos, sino de un problema de compromiso y responsabilidad.
Para varios lectores, la solución sigue siendo acudir directamente al Hospital Madariaga, pese a las largas horas de espera. Otros, en cambio, apuntaron a la falta de recursos humanos y materiales como la raíz del problema. “Mucha construcción y mucho show, pero la atención es un desastre”, resumió un usuario. La discusión continúa activa en redes, donde abundan testimonios que piden cambios estructurales y mayor control sobre el servicio de guardia.