Después de que se confirmara la postergación del encuentro, la gente de River empezó a desconcentrarse, pero a unas pocas cuadras del estadio, en el cruce de las avenidas Del Libertador y Congreso, se producía una batalla campal entre simpatizantes del club de Núñez y agentes del orden.
Allí, hinchas de River atacaron a pedradas a la Policía y rompieron y robaron automóviles estacionados, mientras los efectivos intentaban dispersar a los revoltosos disparando balas de gomas, según pudo constatar la prensa en el lugar de los incidentes.
Cerca de las 19.15, el segundo horario pautado por Conmebol para el inicio del partido este sábado, un centenar de hinchas de River -aparentemente sin entradas- se enfrentaron con la Prefectura Nacional en la esquina de Avenida Libertador y Udaondo.
La seguridad logró dispersar a los hinchas por Libertador en dirección a la General Paz, pero la batalla siguió e incluyó piedras y botellas por un lado y balas de goma y gases por parte de la seguridad.
Casi en simultáneo, otro grupo intentó meterse en el estadio Monumental por las puertas de la popular que está sobre la calle Udaondo.
Luego de varios minutos de tensión, la Prefectura junto con oficiales de la Policía de la Ciudad lograron disipar a los hinchas; aunque luego de que se oficializara la suspensión y el público comenzara a desalojar el estadio, seguían algunos incidentes en distintos sectores de la zona.