La natalidad cayó un 40 % en Argentina y los hogares sin hijos ya son mayoría

15 de mayo de 2025

Así lo revela un estudio reciente del Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, presentado en el marco del Día Internacional de la Familia, con datos basados en los últimos registros del INDEC.


El informe destaca que el país enfrenta una de las caídas más pronunciadas de natalidad en América Latina, lo que marca un cambio estructural en las dinámicas familiares y sociales. En cifras concretas, el promedio de hijos por mujer bajó a 1,4 a nivel nacional, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) alcanzó un piso histórico de 0,9 hijos por mujer.


En paralelo, crece el número de hogares sin menores de 18 años, que pasó de representar el 44 % en 1991 a 57 % en el Censo 2022. También se registra un fuerte aumento de los hogares unipersonales, que se duplicaron en las últimas tres décadas: del 13 % en 1991 al 25 % en la actualidad.


Otro fenómeno que se consolida es el incremento de familias monoparentales, especialmente encabezadas por mujeres. Este modelo familiar, junto con el envejecimiento poblacional, refleja una reconfiguración social cada vez más marcada. De hecho, la población de adultos mayores también creció de manera sostenida: en particular, el grupo de personas mayores de 85 años pasó del 1,5 % al 11,8 % del total nacional desde 1991.


La doctora en Ciencias Jurídicas Lorena Bolzon, decana del Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad Austral y coautora del estudio, explicó que esta transformación “responde a múltiples factores”, entre los que mencionó la situación económica, la migración juvenil y la postergación de la maternidad por motivos educativos y laborales. En la actualidad, la edad promedio para tener el primer hijo se sitúa entre los 30 y 34 años, lejos de lo que era habitual en generaciones anteriores.


Para Bolzon, se trata de un fenómeno global que tiene efectos específicos a nivel local: “Es cada vez más común que las mujeres prioricen su formación académica y desarrollo profesional antes de formar una familia”.


Desde el Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Salud del Hospital Italiano, la investigadora Vilda Discacciati señaló que la baja natalidad puede entenderse como parte de un proceso de transición demográfica. “Es un desafío que interpela a las políticas públicas. No se trata de revertir decisiones personales, sino de diseñar estrategias que acompañen el envejecimiento de la sociedad y las nuevas formas de organización familiar”, sostuvo.


La caída sostenida en los nacimientos se produce en un contexto donde la definición de familia también se transforma. Aunque las Naciones Unidas continúan reconociendo a la familia como “unidad básica de la sociedad”, también destacan que el concepto ha evolucionado en las últimas décadas, adaptándose a cambios sociales, culturales y demográficos.


En definitiva, los datos actuales confirman una nueva realidad en la composición de los hogares argentinos, con menos hijos, más adultos mayores, más hogares unipersonales y una diversidad creciente en los tipos de familia. Este panorama plantea retos significativos para la planificación social y económica, de cara a un futuro con demandas muy distintas a las de décadas pasadas.