«Me declaro total y absolutamente inocente de todos los cargos que se me imputan. Bajo juramento declaro que jamás en mi vida busqué, investigué, descargué, me interesó, y mucho menos compartí material de pornografía infantil ni nada que se le parezca», expresó Kiczka ante los jueces.
Además, aseguró que en los allanamientos realizados en distintos domicilios y oficinas no se encontraron pruebas en su contra. «Mire que me allanaron, señor juez. Mi casa, mi oficina en la cigarrera, mi oficina en la Legislatura, la casa de mis suegros, y no encontraron absolutamente nada», remarcó.
Kiczka también insistió en que el caso en su contra responde a motivaciones políticas. «Esto es, sin duda, una persecución política. Lo fue siempre, desde un principio. El Gobierno sabe que destruyéndome a mí, destruye a mi partido y a la única fuerza opositora real de la provincia», sostuvo.
En ese sentido, afirmó que su labor legislativa lo posicionó como blanco de ataques. «Fui el único diputado que se opuso reiteradamente a leyes nefastas que el Gobierno provincial quería implementar en detrimento de la provincia. Y si uno analiza a las leyes que hago referencia, se va a dar cuenta de que no hace falta ser Mandela para ser un perseguido político, como se dijo aquí en este recinto», expresó.
Finalmente, cuestionó la decisión de la Cámara de Representantes de expulsarlo de su banca. «La Cámara se apresuró en expulsarme, a pesar de que ya había renunciado a mis fueros, mostrando una total apertura y colaboración con la Justicia. De todas formas, me expulsaron de forma inconstitucional y sin siquiera darme la posibilidad de defensa. Es por eso que aún siento y soy diputado de la provincia», concluyó.