Milei prometió un aumento de partidas para salud, educación y jubilaciones e insistió: “Lo peor ya pasó”

16 de septiembre de 2025

En una Cadena Nacional grabada desde Casa Rosada, el Presidente defendió el equilibrio fiscal como “piedra angular” de su plan de gobierno, anunció aumentos en salud, educación y jubilaciones por encima de la inflación y proyectó crecimiento sostenido con la consolidación del superávit.

El presidente Javier Milei encabezó este lunes una Cadena Nacional para presentar el Presupuesto 2026, en la que volvió a ratificar que el equilibrio fiscal de las cuentas públicas es el eje central de su gestión.

“El futuro de la Argentina depende de que el pueblo y la política se comprometan con el orden fiscal. Si respetamos el equilibrio fiscal tenemos asegurado el crecimiento imaginable. Si fallamos, volveremos a caer en el pozo de la inflación descontrolada y la destrucción de toda expectativa sobre el país”, sostuvo el mandatario al iniciar su exposición.

Milei definió al Presupuesto como “la ratificación de nuestro compromiso inquebrantable con sacar al país adelante” y remarcó que el equilibrio fiscal es “la piedra angular de nuestro plan de gobierno y un principio no negociable que le hemos planteado a la sociedad desde nuestra gestión”.

En ese sentido, el jefe de Estado advirtió que ningún país puede funcionar “sin un presupuesto equilibrado” y resaltó que en el mundo los dirigentes “encuentran consensos y acuerdos para sancionar la ley de leyes”.

El Presidente también destacó los avances de su administración: “Celebramos la baja sostenida de la inflación, la pobreza, los impuestos y la salida del cepo como grandes logros porque efectivamente lo son”.

Sin embargo, reconoció que la recuperación aún no se refleja en la vida cotidiana de todos los argentinos: “Durante estos 20 largos años muchísimos argentinos han perdido todo, les ha ido cada vez peor. Más allá del éxito que ha tenido nuestra gestión para corregir el descalabro de décadas, entendemos que muchos aún no lo perciban en su realidad material”.

Al referirse al futuro inmediato, Milei aseguró que “los años más duros fueron los primeros” y volvió a ratificar que “lo peor ya pasó”. En ese marco, el Presidente subrayó que el proyecto “se ciñe a una regla fiscal inquebrantable”, diseñado para garantizar superávit primario y, en el peor de los casos, equilibrio fiscal al cierre del ejercicio.

“Es tal nuestro compromiso con el camino del equilibrio fiscal que este presupuesto presenta el menor nivel de gasto a nivel nacional en relación al PBI de los últimos 30 años”, enfatizó, al tiempo que destacó que por primera vez desde la década del 90 el gasto de la Nación estará por debajo del de las provincias.

Milei remarcó que el Tesoro no podrá financiarse a través del Banco Central para evitar emisión monetaria y un eventual rebrote inflacionario, y que la ley contempla además una “regla de estabilidad fiscal” que obliga a ajustar partidas si los ingresos caen o los gastos superan lo previsto.

Presupuesto 2026: los anuncios de Milei sobre la asignación de recursos

En cuanto a la asignación de recursos, informó que el proyecto destina 4,8 billones de pesos a las universidades nacionales y contempla aumentos en jubilaciones (5%), salud (17%) y educación (8%) por encima de la inflación proyectada. También anunció un incremento del 5% real en las pensiones por discapacidad, tras las auditorías realizadas. “El 85% del Presupuesto se destinará a educación, salud y jubilaciones. Eso quiere decir que la prioridad de este gobierno, tal como siempre dijimos, es el capital humano”, afirmó.

El mandatario destacó que, por primera vez, se incluirá un régimen de extinción de obligaciones recíprocas con las provincias y defendió la restitución de la “presunción de inocencia fiscal”, con la creación de un sistema simplificado de declaración jurada de Ganancias. “Se acabó esa absurda idea de que el Estado considera a todos sus ciudadanos como criminales de manera preventiva”, lanzó.

Finalmente, proyectó que la consolidación del equilibrio fiscal permitiría a la Argentina alcanzar un crecimiento sostenido del 5% anual, que podría trepar al 7 u 8% con las reformas estructurales pendientes. “El orden fiscal y el superávit son la diferencia entre poder soñar con un futuro mejor o vivir encerrados en un tormentoso y decadente presente”, expresó, antes de llamar a “no aflojar” y sostener el rumbo de cambios emprendidos.

El cierre del discurso

Milei advirtió que ese horizonte no llegará de un día para el otro: “Pero eso no sucedería por arte de magia, ni existe una fórmula mágica para que todo ese progreso se materialice hoy. Necesita de tiempo para que el trabajo pueda adquirir cada vez mayor valor. Porque como ya hemos dicho en alguna ocasión: Roma no se construyó en un día. Esto que estamos planteando no es una quimera, es lo que podemos lograr si conseguimos los consensos necesarios para hacer las reformas de fondo que el país necesita”.

“Estoy seguro que trabajando codo a codo con los gobernadores, diputados y senadores que quieren una Argentina distinta, vamos a lograrlo. El superávit es por ejemplo lo que nos permitirá otorgar financiamiento del Tesoro para aquellos actores del sector privado que quieran invertir en el país en las grandes concesiones que vamos a llevar adelante”, remarcó.

El Presidente señaló que, “por primera vez en décadas, en vez de que el sector privado financie al sector público, este superávit primario permitirá al sector público financiar al sector privado para que desarrolle obras fundamentales que hacen a la infraestructura y logística del país”.

En esa línea, convocó a “abandonar de una vez por todas el autosabotaje económico constante de las últimas décadas”. Y agregó: “Debemos abandonar el pensamiento mágico. No es posible reinventar la rueda. Nadie tiene la culpa de nuestros problemas más que nosotros mismos. Y nadie más que nosotros mismos puede salvarnos. Dependemos exclusivamente de nuestro esfuerzo y nuestro compromiso con hacer, de una vez por todas, las cosas bien. Porque ya no nos queda ninguna otra opción”.

“Es hora de asumir, finalmente, que si queremos que haya menos pobreza necesitamos más empleo. Si queremos que haya más empleo necesitamos que haya más empresas invirtiendo. Y si queremos que haya más empresas invirtiendo tenemos que dejar de ver a los empresarios como enemigos públicos. En lugar de esto, debemos generar las condiciones para que las empresas puedan prosperar y ganar dinero sin que vean amenazados sus derechos de propiedad”

El mandatario sostuvo además que esas condiciones “también implican por definición menores tasas de interés, que no se logran emitiendo dinero, sino reduciendo el riesgo país en base al equilibrio fiscal y estimulando el ahorro”. Y advirtió: “Una empresa que no gana dinero es una empresa que cierra o una empresa que directamente nunca se abre. Y eso es lo que sucede cuando se le suben sistemáticamente los impuestos, se torpedea el equilibrio fiscal haciendo subir el riesgo país, se vulneran los derechos de propiedad y se les cambia las reglas de juego sobre la marcha, como hemos hecho durante tantas décadas”..