La última corrida cambiaria, la de junio, se cobró las cabezas del titular del Banco Centra, Federico Sturzenegger, y de los ministros de Energía, Juan José Aranguren, y de Producción, Francisco Cabrera. «No es la solución cambiar funcionarios», indicó Peña en declaraciones radiales.
Minutos después de esas primeras definiciones, Peña se presentó en el Council de las América donde profundizó ante cientos de empresarios que esperaban sus palabras. «No hay previsto cambio de Gabinete», garantizó.
«Estamos confiados de que de esta crisis salimos fortalecidos», agregó el jefe de Gabinete al sostener que el Gobierno «no está ante un fracaso económico».«Seguramente hemos cometido errores, lo que no quita que tengamos que corregir nuestros desequilibrios», dijo.
Y analizó: «Nunca entendimos que lo que pasó en la década pasada fue el causal de nuestros males, sino la expresión grotesca de síntomas que arrastramos durante años. Interpretamos el cambio como un cambio de raíz, de verdad, profundo. No porque creamos que somos unos iluminados que creemos que vamos a cambiar la argentina, sino porque los argentinos nos piden que no haya más parches».
Peña puntualizó sobre las «tormentas» externas como principal causa de la crisis. En ese sentido, mencionó la situación en Brasil, en Turquía, la sequía, las tensiones comerciales entre EEUU y China, y la suba del precio del petróleo.
Asimismo, el jefe de Gabinete se refirió al acuerdo con el FMI, que tal como anunció ayer el presidente Macri está en renegociación, y dijo que «no viene a resolver nuestros problemas ni a traer otros, viene a apoyar el proceso de transformación».
«Sobre las dudas de nuestro plan financiero, se tomó una decisión y se está trabajando en la instrumentación, para reducir el riesgo financiero», insistió. Al tiempo que reiteró que hay que abandonar «los atajos mágicos para resolver problemas estructurales».