El trasplante consistió en la infusión de células madre obtenidas de un cordón umbilical donado en Canadá, gracias a una mujer que autorizó su uso a través del banco internacional. Esta técnica innovadora fue aplicada pocos días después de que Santino recibiera un primer injerto con células de su padre, el pasado 30 de mayo. Ambos procedimientos forman parte de un protocolo especial al que accedió en este centro médico de alto nivel.
Pese a que la enfermedad aún no está completamente en remisión -el último estudio medular detectó un 2% de células malignas -los médicos decidieron avanzar con esta etapa por la respuesta favorable del organismo. Actualmente, Santino permanece bajo estricta vigilancia médica mientras se espera que las nuevas células comiencen a generar glóbulos sanos.
Antes de la operación, su mamá, Natalia, compartió un conmovedor mensaje en redes sociales deseando que este nuevo paso le devuelva la infancia y la alegría. La historia de Santino conmovió a toda la provincia de Misiones, luego de varios intentos fallidos de tratamiento en Posadas y Buenos Aires, y tras no prosperar una opción médica en España.
Ahora, desde uno de los hospitales pediátricos más avanzados de Asia, el pequeño inicia una fase crítica pero esperanzadora de recuperación. Su familia y quienes lo siguen de cerca mantienen la fe intacta de que esta vez sea la definitiva.