Un boletazo anunciado: fijaron nuevos valores para el transporte público de Posadas, Garupá y Candelaria

Escrito por misionesalinstante

10 de enero de 2025

El sistema de transporte, controlado por el grupo Zbikoski en un régimen monopólico, enfrenta críticas constantes por el mal estado de los colectivos, la falta de frecuencias y el incumplimiento de horarios. A pesar de los reiterados reclamos, no se presentaron soluciones claras para mejorar el servicio.

Durante la audiencia pública, la tarifa técnica propuesta por las empresas fue de $3.384,5, una cifra que no se trasladó directamente al boleto, pero que evidenció el abismo entre los cálculos empresariales y las expectativas de los usuarios. A pesar de la participación ciudadana, los reclamos sobre la calidad del servicio y el impacto económico del aumento fueron ignorados, priorizando los intereses del operador.

Nuevas tarifas que golpean el bolsillo

Los valores oficiales, que serán implementados próximamente, son los siguientes:

  • Boleto urbano en Posadas: $1.050 con el sistema SUBE misionero y $1.400 sin él.
  • Garupá y Candelaria: $1.120 con el sistema electrónico y $1.500 sin este.
  • Viajes interurbanos:
    • Posadas – Garupá: $1.365 con SUBE misionero y $1.900 sin él.
    • Posadas – Candelaria: $1.595 con SUBE misionero y $2.100 sin él.
    • Garupá – Candelaria: $1.365 con SUBE misionero y $1.900 sin este sistema.

Críticas al proceso de decisión

La audiencia pública, convocada según lo establece la Carta Orgánica Municipal, fue percibida como una instancia simbólica sin impacto real en las decisiones. Los usuarios que participaron expusieron la falta de frecuencias, los constantes retrasos y las pésimas condiciones de los colectivos, pero sus voces no fueron tenidas en cuenta.

Además, el monopolio del grupo Zbikoski, que controla el servicio desde hace años, refuerza las críticas al sistema. La ausencia de competencia y la falta de supervisión efectiva por parte de las autoridades mantienen a los pasajeros en una situación de indefensión frente a un servicio que sigue siendo deficiente, incluso con tarifas cada vez más altas.

Un aumento sin mejoras a la vista

El ajuste tarifario se justificó por el impacto de la inflación en los costos operativos, pero no incluye compromisos concretos para resolver los problemas estructurales del transporte. Mientras tanto, los usuarios deben enfrentar tarifas más altas sin garantías de mejoras en las frecuencias, los recorridos o la calidad del servicio.

La oficialización del aumento, aún sin fecha de implementación, refuerza la percepción de que las decisiones se toman en función de las necesidades empresariales, dejando de lado a los usuarios, quienes continúan exigiendo un transporte público digno y eficiente.