En el marco de este plan, la Fiscalía aprobó un mecanismo de rehabilitación para las víctimas de violencia sexual y preparó enmiendas al código penal que contemplan el tratamiento forzado como parte de la condena a los pederastas.
Además, se anunció el desarrollo de medidas para establecer un servicio de ayuda sexológica asequible para la población, el cual contó con el respaldo del jefe de Estado, Alexander Lukashenko, en lo referente al aumento de la responsabilidad de los progenitores.
"El jefe de Estado (Alexandr Lukashenko) apoyó las iniciativas de la Fiscalía General en los temas vinculados a incrementar la responsabilidad de los padres", destacó la entidad.
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Fuente: Reuters.El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. Fuente: Reuters.
Dentro de las medidas, se acordó "establecer la responsabilidad administrativa por la propaganda de relaciones sexuales no tradicionales, cambio de sexo, pederastia y la negativa a tener hijos (childfree)".
Asimismo, se planea introducir cursos obligatorios de educación sexual en los sistemas educativos para menores de edad y jóvenes, así como aumentar el control sobre las personas con antecedentes penales.
La decisión de Bielorrusia de utilizar la castración química como castigo para los pedófilos podría tener un eco en Rusia, ya que el Partido Liberal Democrático de Rusia (PLDR) presentó recientemente un proyecto de ley para su implementación.
El diputado ruso Boris Chernishov, citando ejemplos de pederastas reincidentes, propuso "utilizar la experiencia" de la castración química, que implica la administración forzada de sustancias que reducen la atracción sexual durante un largo período o de forma permanente.
"El proyecto correspondiente ya está listo y será presentado próximamente a la Duma rusa (Cámara baja del Parlamento)", declaró Chernishov, según el canal de Telegram del PLDR.