Recientemente, en la chacra 139, se registraron dos incidentes. En uno de ellos, un ladrón entró a una farmacia, llenó una bolsa con productos y escapó sin pagar. Poco después, un vecino apodado “el spiderman malandra” trepó hasta el balcón de un edificio y robó zapatillas y ropa del primer piso.
Además, en plena luz del día, dos individuos sustrajeron la batería de un auto, a la vista de todos. Todos estos actos delictivos fueron captados por cámaras de seguridad de comercios y vecinos. Los robos no se limitan a estos casos; también ha habido intentos de robo de motos y un intruso ingresó al patio de una casa para llevarse pertenencias.
“La Policía tarda en dar respuestas”
Un vecino afectado criticó el accionar policial, apuntando sobre todo a personal de la comisaría Séptima: “Ellos toman la denuncia, pero no hacen mucho. Se entregan grabaciones de las cámaras, con fecha y hora, pero parece que no hay cámaras del 911 en nuestra zona. Pasan los días y no logran siquiera identificar el recorrido de estos delincuentes, pero bueno, al menos se toman el trabajo de venir a la escena y ver”, comentó.
Otro residente agregó que “la Policía solo investiga a fondo cuando se trata de un robo violento; en otros casos, no se mueven. Lo mismo sucede con el cibercrimen; hay muchos policías asignados, pero tardan semanas en identificar a un delincuente”.
Los vecinos también denunciaron una falta de efectividad en el sistema judicial. “Es frustrante ver cómo los delincuentes entran a la comisaría y, a los dos días, ya están de vuelta en la calle. La impunidad es un incentivo para que sigan robando”, afirmó uno de los afectados. Muchos consideran que este ciclo de detenciones y liberaciones rápidas socava cualquier esfuerzo por mejorar la seguridad en el barrio.
Los residentes claman por una mayor intervención de las autoridades para recuperar la tranquilidad en su comunidad y garantizar que los responsables enfrenten consecuencias reales por sus actos delictivos.
