ECONOMIA | Provinciales | 13/08/2018
Está en plena zafra cañera el Ingenio Azucarero San Javier, ubicado en la ciudad homónima. Ya se molieron cerca de 20 millones de kilos de los más de 40 millones de kilos de caña que prevén usar este año.

En la cuenca productora que integran 11 municipios reconocen el esfuerzo del gobierno provincial en sostener la fábrica que motoriza la economía en la región. “Cuando el ingenio no funciona esto está muerto”, aseguran los pobladores de la zona.

El ingenio depende del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), produce azúcar orgánica, alcohol, melaza y licor. La molienda de caña se extiende hasta octubre aproximadamente y por día entran a la planta entre 50 y 60 camiones con lo que producen unos 400 productores en aproximadamente 1.800 hectáreas de caña de azúcar.

Familias enteras trabajan en la zafra, pues tratan que las heladas habituales en esta época del año o el exceso de lluvias no afecten la calidad de la caña de azúcar. “Mientras en Argentina este año cerraron dos ingenios: en Salta y Jujuy acá por decisión del gobierno provincial resolvimos sostener la fábrica”, recordó el presidente del IFAI, Ricardo Maciel.  

El titular del IFAI reconoció que “el esfuerzo es muy grande, más aún en este contexto económico del país y en la que la provincia no es ajena a ello. Sin embargo se apostó por seguir y aquí estamos en plena zafra”. Realizó estas apreciaciones durante una visita en la que supervisó el funcionamiento del ingenio, habló con productores y trabajadores del lugar.

Maciel insistió con “el esfuerzo de la provincia por pagar cada 15 día el producto entregado. El año pasado se acopiaron unas 50 mil toneladas y se invirtió unos 48 millones de pesos. Este año estimamos que estaremos en los mismos valores”.  Después, explicó que se realizan análisis semanales para definir los pasos a seguir y evitar una mayor inversión por parte de la provincia. Por lo que se busca mejorar la estrategia de comercialización y el circuito administrativo para lograr este cometido.

De su lado, el administrador del Ingenio, Juan Pereyra, destacó que “estamos moliendo de continuo, porque se hizo un buen aprestamiento y la inversión realizada está dando muy buenos resultados”. Coincidió con Maciel en el “esfuerzo que realiza la provincia porque sin ese aporte no sería posible el funcionamiento de la fábrica”, al reconocer que “todavía no llegamos a auto sostenernos, cubrimos el 70 % y el 30 restante nos da la provincia”.

Pereyra anunció que “solo nos falta una bomba para que empiece a funcionar el tubo generador y con ello nos va a sobrar energía”. Recordó que “la fábrica esté funcionando así es producto de la modernización que venimos realizando desde el 2013”.

El jefe del Departamento Agrícola del Ingenio, Ramón Solís, se mostró conforme con esta cosecha: “venimos bien, no fue tanta la incidencia de las heladas. Ya molimos cerca de 20 de los 40 millones de kilos que estimamos para esta zafra. Todo se está dando en tiempo y forma y la caña es de buena calidad”. Estimó que para el año próximo se incorporarán otras “150 hectáreas más a las 1800 existentes. Tenemos un buen pulmón de semillas de la nueva variedad que vamos a incorporar y que ya vimos se adapta muy bien al suelo misionero”.

 

Del cañaveral a la medicina

Matías Tavares es un joven, hijo de agricultores de la cuenca cañera, quien en su tiempo libre comparte la tarea con su familia y el resto del año estudia medicina en Santo Tomé, Corrientes. “En mi casa todos dependemos del Ingenio como cientos de familias más de la región. Nos ganamos el pan y la vida gracias al Ingenio”, afirmó mientras colaboraba en la descarga del camión.

Matías contó que “cuando no estoy estudiando vengo a la chacra a ayudar a mis padres, soy consciente del esfuerzo que ellos hacen para pagarme el estudio. Ojalá que la fábrica siga muchos años más así puedo recibirme de médico.”  

Rodrigo Kreuning también se mostró conforme con la situación actual porque “se está trabajando bien. Esto de moler en forma continua nos favorece y mucho”, dijo al explicar que “cuando el Ingenio no trabaja la región está muerta. Esto moviliza la economía. Los que elegimos quedarnos en la chacra queremos la continuidad del Ingenio porque nos garantiza ingresos para vivir un poco mejor”.

Al igual que las familias de Matías y Rodrigo, cientos de productores viven de la actividad cañera y pueden sostener la economía hogareña con los meses que funciona el ingenio azucarero. Este año, nuevamente el gobierno provincial desembolsará alrededor de 50 millones de pesos, que beneficiarán a once municipios.