En la provincia de Misiones como en el resto del país no estuvimos ajenos a las nocivas políticas económicas que vienen implementando el gobierno de Mauricio Macri y su alianza Cambiemos desde Diciembre del año 2015.
Para contextualizar la situación debemos reseñar que el primer gran impacto a las economías regionales de la provincia fue la apertura de importaciones. Las mismas produjeron el ingreso indiscriminado de productos provenientes de China y Brasil con precios irrisorios quitándoles competitividad a los producidos en el ámbito local. Golpearon en un primer momento principalmente al sector maderero.
Luego se sumaron los ya conocidos y frecuentes tarifazos energéticos con aumentos desmedidos de hasta 300% en lapsos de tiempo muy breve, hicieron que la producción de cientos de emprendimientos locales se convirtiera en inviable.
La fuerte devaluación del peso, terminó de crear un combo que hirió de muerte a las pequeñas y medianas empresas en una provincia en la que las asimetrías cambiarias afectan de manera directa y veloz al tener Misiones casi 900 kilómetros de frontera con Brasil y Paraguay.
Soluciones como la Ley 27.264 y el Artículo 10 de la misma que establecía beneficios especiales a las Pymes de zonas de frontera nunca fueron reglamentadas por una omisión inexplicable del Poder Ejecutivo, a pesar de los cientos de pedidos y reclamos que se realizaron al respecto.
La crisis de la fábrica de zapatillas Dass emplazada en la ciudad de Eldorado, una de las más importantes de la provincia de Misiones que supo emplear a mas de 1400 obreros, como tantas otras es un fiel reflejo de las políticas económicas de Cambiemos.
Desde el año 2016 hasta la fecha han disminuido su plantel paulatinamente contabilizándose un total de 550 empleados cesanteados. La última reducción y la más drástica hasta la fecha fue en Diciembre pasado cuando despidieron a 175 empleados sin previo aviso y de una sola vez, situación que encendió todas las alarmas debido al impacto social y económico que esto produjo.
Más allá de la modalidad de los despidos los cuales se hicieron intempestivamente, con un procedimiento poco ortodoxo que a primera impresión violenta los derechos de los trabajadores y le puede caber el calificativo de viciado de nulidad hay una realidad de fondo muy preocupante, los cientos de puestos de trabajo que se encuentran en juego.
Aun permanecen en la planta unos 900 trabajadores en un clima de tensión e incertidumbre ante los rumores de que la mecánica de los despidos se siga implementando. Son 900 familias las cuales encuentran sustento en sus fuentes de trabajo en la fábrica de zapatillas Dass, millones de pesos volcados al circuito local que se retroalimenta de la misma en lo que sí es el verdadero derrame económico.
Tanto desde la Unión de Trabajadores de la Industria del calzado, como desde el empresariado coinciden en que hoy el mayor inconveniente y responsable de la crisis que afecta al sector son la apertura de importaciones que se incrementaron en más del 50% desde 2016, si a esto le sumamos la caída del consumo interno que se traduce en la baja de ventas el resultado ya es conocido, las fábricas cierran.
Preocupa y asombra la indiferencia de los funcionarios nacionales a la hora de planteárseles alternativas y posibles soluciones aunque a veces solo sean paliativos. En un contexto mundial en el que los países con fuertes economías eligen el camino del proteccionismo, la Argentina de Macri abre sus fronteras en un intento absurdo de libre mercado dejándonos a la deriva o a la buena suerte como dicen algunos.
Entonces nos hacemos nuevamente la pregunta de ¿para quienes gobiernan? Si en una situación tan grave como la actual no toman los mínimos recaudos para cuidar el empleo y por el contrario continúan empleando medidas que profundizan la crisis, como si su meta fuera destruir por completo la economía y el tejido social de nuestro país. Tal vez lo sea.
Por Cristina Britez, Diputada Nacional por Misiones FPV-PJ.