En esta fecha se recuerda el impacto crucial que tuvo
Domingo Faustino Sarmiento en el desarrollo del sistema educativo argentino. Su
legado, tanto en la creación de escuelas como en la promoción de una educación
pública, gratuita y laica, sigue siendo un pilar del sistema educativo actual.
El Día del Maestro en Argentina se celebra cada 11 de
septiembre en honor a la figura de Domingo Faustino Sarmiento, quien falleció
ese día en 1888. Sarmiento fue una figura central en la historia de la
educación argentina, destacándose por su labor como docente, escritor,
presidente y promotor de la educación pública, laica y gratuita.
Durante su presidencia (1868-1874), Sarmiento impulsó la
construcción de más de 800 escuelas y logró aumentar la cantidad de alumnos en
todo el país, sentando las bases del sistema educativo moderno en Argentina. Su
obra más conocida, De la educación popular (1849), refleja su compromiso con el
acceso universal al conocimiento, tanto para hombres como para mujeres. Su
legado se consolidó con la Ley 1420 de Educación Común, promulgada en 1884, que
estableció la educación primaria obligatoria y gratuita en el país.
En 1943, en la Primera Conferencia de Ministros y Directores
de Educación de las Repúblicas Americanas en Panamá, se propuso la creación de
un día continental en homenaje a Sarmiento y al trabajo de los docentes.
Finalmente, en 1945, la fecha fue formalmente instituida a través de un decreto
en Argentina, extendiendo el homenaje a toda América.
Domingo Faustino Sarmiento fue uno de los principales
arquitectos del sistema educativo en Argentina y dejó una huella imborrable en
la historia del país. Su visión sobre la educación pública, laica y gratuita
fue un pilar fundamental para el desarrollo de la nación y su progreso.
La democratización de la educación: Sarmiento veía la
educación como una herramienta clave para combatir la ignorancia y el atraso
social, y su objetivo era hacerla accesible a todas las personas,
independientemente de su clase social o género. En su libro De la educación
popular expuso su visión de un sistema educativo inclusivo, en el que la
educación primaria fuera obligatoria, gratuita y común para todos. Esto sentó
las bases de lo que luego sería la Ley 1420 de Educación Común promulgada en
1884, que estableció la obligatoriedad de la enseñanza para niños de entre 6 y
14 años.
El crecimiento del sistema escolar: Durante su presidencia
(1868-1874), Sarmiento fue un impulsor incansable de la construcción de
escuelas y el aumento de la matrícula escolar. Bajo su gobierno, se
construyeron más de 800 escuelas en todo el país, logrando que el número de
alumnos pasara de 30.000 a 100.000 en una Argentina que contaba entonces con
alrededor de 2 millones de habitantes. Su administración también promovió la
capacitación docente y la creación de institutos normales, lugares donde los futuros
maestros recibirían una formación profesional adecuada.
La creación de instituciones educativas y bibliotecas:
Sarmiento fue también responsable de la creación de instituciones que aún hoy
son pilares de la educación y la cultura en Argentina. En 1870, fundó la
Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), con el objetivo de
facilitar el acceso a libros y promover la lectura entre la población. También
fue responsable de la creación de la Biblioteca Nacional de Maestros, un
organismo clave para la formación y el desarrollo profesional docente.
El rol de la educación en el progreso social: Sarmiento
creía que el progreso científico y la educación eran esenciales para el
desarrollo nacional y la construcción de una sociedad moderna. En su obra
Facundo: civilización o barbarie criticó la falta de educación y las
condiciones de atraso en las zonas rurales del país, defendiendo la idea de que
la instrucción pública era el único camino hacia el desarrollo económico y
social de Argentina.
El Día del Maestro, celebrado el 11 de septiembre en
Argentina, no es un feriado nacional. Sin embargo, se trata de un asueto
escolar, lo que significa que las escuelas primarias y los jardines de infantes
cierran sus puertas y los docentes y trabajadores administrativos de estos
niveles educativos no tienen actividades ese día. Este asueto está contemplado
en el calendario escolar argentino, aunque no está incluido en la ley 27.399
que regula los feriados nacionales.
A diferencia de las escuelas primarias y jardines, los
alumnos de secundaria y los estudiantes universitarios deben asistir a clases
el 11 de septiembre. Para estos estudiantes, el próximo asueto será el 21 de
septiembre, cuando se celebra el Día del Estudiante en Argentina.