En plena hora pico y en un día de semana se redujo la frecuencia de colectivos, sacando unidades de circulación sin previo aviso. Lo hizo tanto San José como el grupo Zbikoski.
La situación genera indignación entre los usuarios, que deben esperar durante más de 30 minutos -en algunos casos hasta una hora- para poder subirse a un colectivo, muchas veces abarrotado. La empresa San José no tiene redes sociales activas ni teléfonos útiles a los que acudir para reclamar. Los pasajeros desesperados intentan comunicarse al 0800 de SUSA, el número del grupo Zbikoski pero nadie atiende.
Según fuentes consultadas por Misiones al Instante, la empresa no habría pagado la totalidad de los sueldos a los choferes, lo que motivó una medida de fuerza encubierta, o “a medias”, como fue definida. Es decir, el conflicto interno entre los empresarios y los trabajadores se descarga, una vez más, sobre los usuarios, que son rehenes forzados de un sistema impune.
Pero este no es un caso aislado. Otras líneas del Grupo Zbikoski-que domina el transporte urbano en Posadas y alrededores- ya implementó recortes similares, en frecuencias y servicios, sin que nadie les ponga freno. Las empresas siguen operando con subsidios millonarios, pero ni garantizan el servicio ni respetan a los pasajeros.
El silencio de la Municipalidad de Posadas alarmante. La intendencia no emitió ni un solo comunicado sobre el tema. Tampoco hay sanciones, inspecciones o advertencias públicas hacia las prestatarias.