Su pasión comenzó en 1996 y pasó cinco temporadas en la segunda división del fútbol francés antes de dar el salto a las grandes ligas: "Vi a Steph correr alrededor del estadio, 12 kilómetros, dos o tres veces a la semana para estar al nivel que tiene ahora en el campo", dijo Philippe Calve, expresidente del FC Herblay- sur-Seine, en declaraciones a Reuters.
"Si quieres arbitrar partidos masculinos, más vale que estés a tope a nivel físico. Y ella ha hecho lo necesario para estar físicamente en lo más alto", cerró.
En 2014 se convirtió en la primera mujer en arbitrar en la segunda división francesa y luego en la primera categoría -Ligue 1- masculina (2019).
Además, fue la primera árbitra en la Supercopa de Europa (agosto de 2019), en la Champions League (diciembre de 2020) y en la final de la Copa de Francia (mayo 2022).
A nivel de Mundiales, la francesa dirigió una final del femenino, que organizó su país y que coronó bicampeón a Estados Unidos en 2019, aunque también estuvo presente en las eliminatorias europeas para esta Copa en los duelos Países Bajos-Letonia y Lituania-Irlanda del Norte, por lo que cuenta con amplia experiencia de casi 30 años y categoría de sobra para afrontar estos duelos.