Desde el primer momento, el municipio está en permanente estado de alerta, monitoreando de cerca la evolución del tiempo y brindando asistencia. Los equipos de trabajo se encuentran desplegados por toda la ciudad.
Los agentes municipales se movilizan para despejar las calles bloqueadas por árboles caídos y escombros, restaurando el acceso a los servicios esenciales. Además, se puso en marcha un operativo de limpieza intensivo para eliminar los residuos acumulados para así evitar inundaciones.
Se activaron los recursos para brindar contención a las familias afectadas. Los refugios temporales se habilitaron para acoger a las personas desplazadas de sus hogares y proporcionarles todo el apoyo necesario.
La solidaridad de la comunidad también se hizo evidente. Los voluntarios se unieron a las labores de ayuda, ofreciendo su tiempo y medios para aliviar la situación. Existe un trabajo en estrecha colaboración con organizaciones locales y estatales, garantizando que la ayuda llegase a quienes más lo necesiten.
No se descartan nuevos periodos de tormenta, por lo que recomiendan tomar todas las precauciones.