En el texto, los jugadores apelan a la comprensión y el apoyo de los hinchas, destacando que detrás de cada futbolista hay una familia que depende de ellos.
Esta decisión se da en un contexto complicado para la institución de Villa Sarita. La salida del entrenador Osvaldo Young, quien renunció por desacuerdos económicos, refleja la profundidad del problema. Mientras tanto, el equipo afronta compromisos importantes: Guaraní está clasificado a la Tercera Etapa de la región Litoral Norte en el torneo Regional, con un partido previsto en 10 días, y también aguarda la confirmación de su avance a los cuartos de final del Clausura de la Liga Posadeña.
A esta situación deportiva se suma un clima político agitado dentro del club. Aunque ya se estableció el 20 de enero como fecha para la asamblea, aún no está claro cuántas listas competirán por la conducción de la institución. Según trascendidos, podrían presentarse dos: una oficialista encabezada por Mirta Parayba, actual vicepresidenta, y otra liderada por Gustavo Cardozo, ex vicepresidente en la última gestión.
Mientras tanto, bajo la dirección técnica de Alejandro Ormos, el equipo intenta mantener el foco en sus objetivos deportivos, a la espera de que la situación económica y organizativa del club encuentre una solución.