Por su parte, Mogetta explicó: "No estamos haciendo un ataque ni una exposición contra Aerolíneas Argentinas; lo que queremos es que compita, que sea sana comercialmente para que compita con las mismas reglas con las que funcionan las otras aerolíneas”.
En tanto, Fabian Lombardo, presidente de la empresa estatal, no participó del encuentro, pese a los reclamos por su presencia por parte de la oposición.
Mientras que los autores de las iniciativas hicieron hincapié en los beneficios que tendría privatizar Aerolíneas Argentinas para "viajar mejor y más barato", sus detractores reivindicaron el rol de la empresa durante la pandemia para el traslado de las vacunas y resaltaron que el debate es “antirreglamentario porque ya se dio este año con la Ley de Bases.
Sobre uno de los argumentos principales del Gobierno, el diputado de Unión por la Patria Diego Giuliano ironizó: "En cuanto al déficit del cual se habla tanto en estos días, primero tienen que ponerse de acuerdo, porque el ministro de Economía primero planteó que el déficit de Aerolíneas del último semestre era de u$s273 millones. Pero el presidente de Aerolíneas, que depende del ministro, salió al otro día a decir que el déficit era de 84 millones… O sea: le erraron por 189 millones de dólares en dos días. ¡189 millones de dólares de error en el mismo Gobierno!”.
En una postura más moderada, el diputado de Hacemos Coalición Nicolás Massot, propuso "desideologizar la discusión” y se explayó: "Es cierto que nada tiene que ver la tenencia accionaria de la compañía aérea con la soberanía o la defensa de los puestos de trabajo o la conectividad", en detrimento de parte de los argumentos de Unión por la Patria o la izquierda. Sin embargo, advirtió que tanto el proyecto de Lombardi como el de López “son una copia de la privatización de la Ley Bases”.
Massot planteó que, con estas propuestas, se le da al Gobierno "la total libertad para que tenga igual condición en un desguace de activos o en un contrato de administración, en una privatización parcial o una privatización total que puede derivar, o no, en que un próximo comprador la desguace". Es decir que, ninguna de las iniciativas contempla la metodología para la privatización, sino que la deja en manos del Ejecutivo.
Los radicales, que probablemente sean quienes tienen la llave para facilitar o trabar el dictamen para la privatización, no tuvieron gran participación durante la reunión. El único orador fue Fernando Carbajal, quien se manifestó en contra de la privatización tal como se detalla en los proyectos en tratamiento, pero no forma parte de las comisiones. Las diferencias dentro de la UCR mostraron matices en esta discusión, ya que una parte del bloque está dispuesto a apoyar este proyecto mientras que un puñado de sus integrantes no.